Nos levantamos excitadas con la expectativa de montar a caballo en el mítico Monument Valley. Llegamos media hora antes de la hora y vemos como les echan de comer las pacas de hierba y como esperan tranquilamente a que estos coman antes de cogerlos, a pesar de que pasa bastante la hora… A nosotras nos parece bien, pero ya avisa la guía de la tranquilidad de los indios navajos (un poco africanos parecen). Tienen un montón de caballos metidos en un corral amplio donde conviven tranquila y pacíficamente, incluso a la hora de la comida, donde no parece que hay ninguna pelea. Creemos que es porque al ser hierba tienen menos ansiedad, además de que se les deja en muchos sitios y no hay competencia de espacio.
Hacia las 9 y cuarto empezamos nuestro trip a caballo. Nos dan dos pequeños mustang con cara de buenos o más bien de resignados. El guía se lleva uno tordo más grande y parece más intranquilo. Para cogerlos del corral lo hacen con el lazo a pesar de que se dejan tranquilamente (los nuestros, el suyo se le escapa la primera vez), yo creo que forma un poco parte del espectáculo.
El trip de una hora consiste en rodear una de las esculturas que tenemos delante. Los caballos saben perfectamente el camino y como era de esperar, en lugar de hacernos caso a nosotras, hacen caso al lider que es el caballo tordo. Nos lleva a ratitos a un trote fulero que en esa silla western se hace un poco incómodo. La forma de montar es al estilo western con las riendas en una mano y la otra cogida al pomo. Para parar se tira hacia arriba y para hacerle trotar o galopar hay que golpear el flanco con los talones. Lo de apretar las piernas aquí no tiene mucho sentido porque la silla es muy ancha y el caballo no siente nada.
El camino es muy agradable, muy tranquilo y relajado… al menos el principio! Cuando damos la vuelta a la gran escultura, el camino por el que íbamos se convierte en un estrecho sendero al borde del acantilado. Los caballos conocen perfectamente este tramo, así que es mejor dejarlos hacer a ellos, pero acongoja ligeramente pensar que un tropezón del caballo puede acabar con los dos muertos en el fondo del barranco.
Así poco a poco vamos bordeando la montaña con una mezcla de tensión y entusiasmo. En una de las subiditas hasta un saltito damos en el último escalón. Vamos, paseito de lo más entretenido del que disfrutamos a tope. Gemma lleva una sonrisa de tonta que no se le quita en todo el viaje.
En los últimos tramos lo sacamos dos o tres veces al galope, pero les cuesta muchísimo, a pesar de que el lider sale, ellos prefieren llevar un trote fulero y rapidito que te destroza el culo. Pero bueno, lo poquito que galopamos nos flipa, es comodísimo galopar cogido al pomo de la silla y siguiendo el movimiento del caballo en estas sillas que parecen cunas de niño de lo curvadas que son.
Bajamos extasiadas de haber disfrutado de la experiencia a caballo por el Monument Valley, Gemma se sentía como John Wayne en medio del desierto.
De Monument Valley salimos en dirección Moab (otras 3 horas). Paramos a comer tranquilamente en la única sombra que encontramos en todo el camino y llegamos a la animada ciudad de Moab sobre las 3 del medio día. Como era aun pronto para ir a Arches NP (recomendaban atardecer), decidimos parar a tomar un café. Encontramos un sitio con encanto donde unos hippies, ya entraditos en años, preparan unos capuchinos buenísimos! La cafetería es además tienda de ropa hippie y aun me pruebo alguna cosa, pero sin mucho éxito.
De ahí nos vamos ya a ver el ARches NP, que es un parque muy grande que alberga la mayor concentración de arcos de piedra naturales del mundo. Más de 2500, que se van formando y destruyendo cada año. Es una tierra muy erosionable que da con facilidad este tipo de estructuras, que también con la misma facilidad destruye.
Cometemos un pequeño error de cálculo con la gasolina y vamos un poco tensas con la posibilidad de quedarnos tiradas en medio del parque. Tal vez por esto no lo disfrutamos como otros, pero yo me esperaba ver la concentración de arcos todos juntos tipo de Bryce y sin embargo en toda la ruta vimos 4 o 5 como mucho. El Delicate Arche que en todas partes lo ponen como lo más de lo más, a mi también me decepcionó, si, es alucinante que haya quedado esta estructura en pie cuando se ha ido erosionando toda la piedra de alrededor, y es un fino arco de piedra sin apoyos de ningún tipo, pero bueno tampoco es algo especialmente impresionante… De todos modos supongo que el estado de ánimo con el que llegas a los sitios influye para su percepción.
Al final elegimos uno de los que recomienda la trotamundos: PORTAL RV PARK, porque está muy cerca de Moab, en la carretera de Arches y tiene wifi (26$) la noche en tienda sin electricidad. Los baños y duchas los tiene muy bien cuidados, con abundante agua caliente incluida en el precio y las parcelas para las tiendas, aunque pequeñas, no están mal.
Decidimos ir a cenar a Moab que es una ciudad que nos ha dado buen rollo. También nos fiamos de la guía y vamos al Zaqs Pizza, family restaurant. No hay sitio en el restaurante y nos ponen en la taberna…. Mucho mejor!! Está llena de nativos montando juerga del viernes. Incluso unos moteros cenando como gorrinones, eso sí, separados de sus chicas, cada uno en una mesa…. Venga ya! Hemos visto montones de Harley Davison y nos gusta mucho el look que llevan, todos muy parecido: vaqueros, camiseta y botas negras de cuero. Pañuelo a la cabeza, melena recogida en una coleta a media espalda y barba blanca tipo perilla y patillas. La mayoría gordos. Las chicas siempre van de paquete y suelen ser rubias con melena larga recogida en trenza, tatuajes (también ellos), vaqueros y botas de motoristas. El look es divertido, pero nos parece que son machistas y probablemente racistas, ya que no hemos visto ni una moto en toda la zona de los navajos!!
Bueno, pues además de los moteros pudimos ver el ambiente de ligoteo, las parejitas y los graciosillos…. En general muy escandalosos!!
Cenamos muy bien, con un servicio muy atento y agradable. Una buena ensalada y una pizza hecha en horno de leña por 40$ con la propina incluida.
Anduvimos un poco por la ciudad, compramos una hebilla para Tony, el del western, en una tienda de equipamiento western y nos fuimos a dormir al camping hacia las once….. que manera de trasnochar!!!!
Cosas que nos llaman la atención de USA:
- Las poblaciones son todas iguales, las casas tienen forma de caravana y la gran mayoría tienen una autocaravana pegada a la casa. Debe de ser una manera muy común de viajar, de hecho se ven por todas partes! Son enormes, anchísimas, ancladas a cualquier parte, muchas de ellas en el interior de la pick up.
- En la carretera son muy cívicos en la conducción y no hemos visto muchas camicazadas. Eso si, parece ser que está permitido llevar remolques de todo tipo y de cualquier manera, sin matrícula incluido. Hemos visto coches remolcando coches, caminoes remolcando camiones, coches remolcando autocaravana y coche a la vez…. En fin, parece que todo es posible!! Eso si, a nosotras casi nos multan por llevar los cristales de la cabina de la furgoneta un poco teñidos!!! Menudo susto que nos dio el poli!!! Iba yo conduciendo y veo que se nos pega al culo un coche de la policía con las lucecitas en marcha. Yo había ido un rato por encima de la velocidad límite y pensaba que me había pillado. No entendía si me pedía parar o qué, pero al final puso el sonido para que me diera por enterada y paré…. Después de pedirnos toda la documentación nos dijo que nos había parado porque llevamos los cristales de la cabina muy teñidos y “en California” esto no está permitido (en Utah, donde nos encontrábamos, si). El tipo, muy serio, vino con un medidor de intensidad del color y nos enseñó que sobrepasaba la medida oficial. Nos hizo un papelote para la agencia de alquiler del coche y nos dijo que lo enseñáramos siempre que nos parara la poli…. En fin….
- Los trenes son larguísimos, con mogollón de vagones y una sola máquina.
- Los camiones son una chulada!!
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