martes, 24 de noviembre de 2020

4 AGOSTO 2011. Antylope Canyon y Monument Valley

 

Salimos temprano para llegar al sorteo de The Wave, uno de los lugares más emblemáticos del oeste americano. La verdad que es un sitio muy poco publicitado, no se ve por ningún lado, ni sale en las guías, únicamente funciona de boca a oreja, pero la verdad que no lo necesita, porque debe de ser espectacular. Solo dejan entrar a 20 personas cada día, 10 por cita previa de meses y 10 por sorteo. El sorteo se realiza a las nueve de la mañana todos los días en una caseta de madera que casi parece una casa particular.

Nos levantamos con tiempo y después de un poco de lío con las millas porque Page está en Arizona y cuando cogimos la carretara Kayenta ponía milla 554 ¿?¿? Si la caseta está en la milla 21!!! Pero al poco tiempo cambias de estado y empieza por la milla 1. En realidad está a unos 25 millas de Page. Llegamos allí hacia las 8.30 y comprobamos que, efectivamente erea el sito de la WAve Lotery! Entramos y la chica nos miró de reojillo mientras explicaba a los que salían hoy la ruta…. A poco se nos acerca y nos informa de que estamos en Utah y de que aquí son ya las 9.30!!!! El sorteo ha pasado, casi nos morimos!!!!

Cuidadito con los cambios horarios, son un rollo!!!!

Bueno, mirad en esta foto de internet qué fue lo que nos perdimos....

The wave USA

Así que bastante decepcionadas nos volvemos a Page. Allí ponemos gasoil (80$) y entramos al Safeway (119$), donde se nos pasan todas las penas... Hacemos nuestras maravillosas compras del día y salimos hacia Antelope Canyon porque son ya casi las 11. Allí nos encontramos una buena cola de entrada. Primero pagas la entrada al parque (6$) y luego vas a una caseta que está al lado a reservar el trip en furgoneta hasta el cañón (25$).  No había trip hasta la una, así que reservamos plazas y nos vamos a ver el Horseshoe bend que no nos había dado tiempo por la mañana. La entrada al Horseshoe está 5 millas de Page en dirección Kanab, pero como hay un by-pass, llegamos en 5 minutos. Hay que pegarse una pequeña subida para poder verlo, que a pleno sol cuesta lo suyo, bueno, en realidad es pequeña subida y gran bajada, que a la vuelta será gran subida y pequeña bajada… El horseshoe bend es otra de esas maravillas con las que ha premiado a esta tierra la naturaleza, un meandro del río con una perfecta forma de herradura que deja en el centro una empinada montaña de piedra con paredes verticales. Muy bonito. Es una imagen emblemática de USA.


Un poco aceleradas pero con tiempo de sobra volvemos al punto de entrada del Antelope para hacer nuestro tour a la una. Se va en una pick up con asientos detrás 4x4 porque el camino que lleva al cañón es un lecho de arena por donde va el río cuando hay inundaciones. Nuestra conductora-guía es una india muy espabilada que sabe un montón de fotografía y usa nuestras cámaras para realizar sus obras de  arte. A cambio nos pedirá 5$ por persona al finalizar el viaje…. Menudos sablazos nos están metiendo los indios!!!

El antelope canyon es…… impresionante!! Como describe la guí es como si un ser gigantesco hubiera pegado un golpe con su espada a la roca haciendo una rendija en ella que es por donde paseamos los pequeños humanos… Lo alucinante del sitio es verlo cuando la luz solar incide directamente desde arriba creando luces y sombras que confieren al lugar un aspecto misterioso…. La pena es el “mogollón” de gente que lo visita al mismo tiempo. Claro, las horas bonitas son de 12 a 2 y somos muchos los turistas interesados en ver esta maravilla de la naturaleza. Fotos guapísimas de Gemma haciendo de modelo improvisada. 

El acceso al parque.

 







Del antelope ya cogemos rumbo hacia Monument Valley porque dicen que es mejor verlo al atardecer y queremos aprovechar este día. Tardamos unas tres horas en llegar y lo primero nos acercamos al GOULDING CAMPGROUND para ver si hay plazas. GOULDING es un complejo que se ha creado alrededor del parque y cuyos promotores fueron, lógicamente, los Goulding. Ellos eran ganaderos de ovino durante los año 20 y buscaban un sitio donde alojarse y crear su hogar. Cuando llegaron a Monument Valley decidieron que sería este su hogar. Allí convivieron con los Indios durante muchos años. En los años de la gran depresión estaban pasando todos mucha hambre y el matrimonio, que pensaba que este era un punto perfecto para rodar películas del oeste, decidieron con sus últimos 6 $ irse a Hollywood a vender su idea. Allí tuvieron la suerte de poder hablar con John Ford, le enseñaron sus fotos y el director de cine quedó prendado, eligiendo Monument Valley como su próximo emplazamiento y comenzando así la leyenda cinéfila de la zona.


 A parte del imaginario colectivo donde todos tenemos a John Wayne cabalgando por esas llanuras, el sitio es espectacular por si mismo. Creo que es el que más no ha impresionado, de hecho hemos entrado dos veces, por la tarde y a la mañana siguiente, pagando los 5$ de rigor por persona cada vez. 


 

Al atardecer las luces confieren a las esculturas que ha creado la naturaleza en este punto una luz muy especial. El nombre de Monument Valley está perfectamente acertado ya que es un valle inmenso en el que la naturaleza ha dejado esculpidas unas inmensas e increíbles esculturas que en medio de ese páramo desértico dan imagen de un tablero de ajedrez inmenso. Es ciertamente un sitio muy mágico.

La carretera que lo atraviesa es una “dirty road” que a pesar de no estar fantástica, se puede circular con vehículos normales sin problemas, siempre que no llueva, claro.

Al comienzo de la ruta se levantó un fuerte viento que arrastraba la arena creando el perfecto ambiente del salvaje oeste americano. Temiendo por las cámaras, hicimos buenas fotos y vídeo. 

 


En el viaje de ida vimos que se ofrecían  “horses trails” y ya se nos abrieron los ojillos. A la vuelta paramos a preguntar y, por supuesto, acabamos reservando uno de una hora para la mañana siguiente por 55$ por persona más tasas.

Cenamos un tierno filete de carne asada y a dormir como lirones soñando con el Riding de mañana.

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