17 DE AGOSTO 2011. El Big Sur

 A las siete y media nos sorprende Lacey pegando a la puerta de la furgo y con dos cafés calentitos en la mano…. Que encanto!!

Desayunamos, nos despedimos de Sonia, Omar, Remi, Frankie, Cheyenne, Bella y Lacey y nos vamos al encuentro de Victor en la tienda de caballos.

Nos hemos sentido muy a gusto y muy bien acogidas en el rancho. Han sido dos días muy intensos y muy agradables que recordaremos con mucho cariño.

Victor llega un poco tarde, pero la tienda es enorme y nos tiene absortas durante más de dos horas….. hay de todo!!! Al final cargamos, claro; jáquimas y ramales para Nur y Joxé, anillos para atarlos, cierre de seguridad y unos vaqueros para mi.

Nos despedimos de Victor en una despedida calurosa y cariñosa y emprendemos camino hacia el Big Sur sin saber muy bien a donde vamos ni qué vamos a hacer….

A partir de Carmel empieza una carretera pequeña que recorre todo el acantilado que dota a esta costa californiana de gran fuerza y belleza. Son unos 70 u 80 kilómetros de costa escarpada y abrupta con altos acantilados en los que es difícil encontrar una pequeña cala para bañarse. Muy chulo! Además, la carretera prácticamente no se despega del acantilado y tiene continuos miradores para parar…. Casi como un parque temático. 

 Vamos disfrutando en nuestra campervan tan exitosa, del paisaje, del atardecer, de la música de Kenny Rogers que nos ha acompañado gran parte del viaje y de la mutua compañía…. Es prácticamente nuestra última tarde de vacaciones en los Estados Unidos y la disfrutamos entre la nostalgia y una profunda sensación de bienestar que nos ha impregnado el alma después de este viaje…. Ha salido todo tan fantástico….. 

 Ya casi de noche y un poco preocupadas por la falta de alojamiento, encontramos por fin uno con espacios libres en San Simeon, muy cerquita ya de Cambria, donde acaba la carretera de costa y cambia también el tipo de paisaje, siendo ya, a partir de aquí, costa de playa arenosa mucho más turística.

Cenamos agustito en nuestra casa-furgo y a descansar y relajarnos en nuestra última noche en la maravillosa cama de la furgo que nos ha hecho de casa durante 21 días…. ¡qué fantástica opción!!!