miércoles, 11 de noviembre de 2020

18 DE AGOSTO DE 2011. Camino a Los Ángeles

 No madrugamos demasiado, desayunamos nuestros cereales con leche rica, como durante todo el viaje y nos vamos del camping hacia Cambria. Paramos con la intención de comprar souvenirs en las tiendas, ya que no tenemos nada para nadie, no ha habido oportunidad en todo el viaje. Está todo cerrado, así que, como hemos leído que ayer pasamos una zona donde hay una colonia de elefantes marinos, decidimos dar marcha atrás unos kilómetros en la carretera e ir a buscarlos. Efectivamente, entre San Simeon y Piedras Blancas vive una colonia de Elefantes marinos que descansan como si fueran peces muertos en la pequeña playa de arena. Son divertidos de observar, pero no tanto como los de Pier 39 y sus peleas…. 


 




También vemos algunos otros animalillos...

 




Ya una hora más tarde y con las tiendas abiertas, paramos en Cambria. Es una ciudad agradable de pasear y que está llena de galerías de arte y de tiendas que venden arte local. Además, el precio no es absolutamente disparatado.

La mañana se nos pasa sin apenas darnos cuenta. Compramos los regalos que necesitamos y algún caprichito para nosotras (caballo de forja). Pasamos la mañana muy a gusto paseando, viendo y comprando. Estamos relajadas y felices como hacía tiempo….

Decidimos comer un fish and chips en un restaurante muy ambientado del pueblo. El bacalao está muy rico y comemos muy agustito en compañía de una Budwaisser, a la que nos hemos aficionado bastante últimamente.

Ya a las tres, y porque queda un largo camino a Los Angeles (380 km), decidimos irnos. A partir de aquí en pocos kilómetros entramos en la Highway 101 y el camino se hace monótono y aburrido; además, hay muchísimo tráfico. Decidimos ir en dirección a Malibú a ver si encontramos algún camping en esta playa muy cercana a San Francisco.

Llegamos a Malibú al anochecer y cruzándola no vemos ningún camping. Es una ciudad surfera que ha crecido cara a la playa y a su actividad veraniega. Nos llevamos una gran alegría cuando, viendo unos papeles que conservo de cuando organicé el viaje en España, vemos una dirección de un camping en Malibú. Allí nos dirigimos contentísimas de la casualidad a la que nos ha llevado el destino, y cual será nuestra profunda decepción cuando nos dicen que sintiéndolo mucho no nos pueden dejar alojar en el camping porque en todo el municipio de Malibú no se puede dormir dentro de la furgoneta…. incluido el camping. Una forma un poco absurda de tratar de alejar a los homeless de su maravillosa playa…. Solo se puede dormir en autocaravana y en tienda de campaña, pero la furgoneta es demasiado cutre para ellos y no se puede…. Serán cretinos y snobs!!!

Muy decepcionadas nos vamos camino de Los Ángeles que está a unos 45 kilómetros y acabamos durmiendo en el MOTEL 6 del primer día. Eso si, esta vez huele menos a comida y nos parece mucho menos cutre, será que estamos ya acostumbradas a los “aires” americanos.

Reorganizamos equipaje, colocamos los subvenirs donde podemos y a dormir que ya pesan los ojos!!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Por qué contar ahora un viaje del 2011?

 Llevamos más de nueve meses de Pandemia y hasta ahora no había sentido en carne propia eso que han dado en llamar "agotamiento pandémi...