Madrugamos con idea de llegar pronto al parque para coger camping, aunque al final salimos a la misma hora que siempre. La entrada norte al parque de Yosemite es espectacular; está abierta solo los meses de pleno verano porque el resto del año hay nieve. Se entra con el pase anual.
Según vamos bajando por la sinuosa carretera vamos preguntando en todos los campings que hay…. Todos FULL!! Hay muchísima gente en el parque, más que en ningún otro, y nos da la impresión de que está todo mucho peor indicado y organizado.
Marcamos en el mapa las cosas interesantes para ver en el poco tiempo que le vamos a dedicar: El valle de Yosemite, el capitan, el half dome, glaciar point y mariposa groove.
El valle de Yosemite no dice nada en particular. Tal vez porque con la enorme cantidad de coches y de gente, desmerece un poco. Además, como los árboles están tan altos, no te deja ver la grandeza del entorno a no ser que te pares en puntos concretos donde, lógicamente, se para todo el mundo… En fin, que tras un pequeñito trecking de 20 minutos para tener una vista desde abajo del Capitan (el acantilado más alto del mundo: 900 m) nos vamos subiendo hacia el Glaciar point que será el próximo punto.
Hay bastante distancia desde el valle, pero merece la pena. A la subida vimos en qué consistía lo de las “quemas controladas”. El valle está poblado fundamentalmente de secuoyas que es un árbol que puede vivir varios milenios y que se hace altísimo. Una de sus principales ventajas es que su tronco es ignífugo y cuando todos los árboles se queman, ellos permanecen. Pero una de las desventajas es que su semilla necesita de luz solar directa para crecer y sobrevivir. Ahora, como los incendios están más controlados, el sotobosque se llena de árboles más pequeños y de vegetación, no dejando desarrollarse a las pequeñas secuoyas. Entonces los gestores del valle lo que hacen son quemas controladas para favorecer el crecimiento de las secuoyas. Nos sorprendió mucho el modo en el que lo hacen, porque hacen multitud de pequeños focos de incendio en los que no se ve llama, solo mucho humo. No sabemos como controlarán este fuego, pero si nos parece muy peligroso hacerlo cuando el parque está abarrotado de gente.
El glaciar point es un punto de vista maravilloso para otear todo el valle y para darte cuenta de lo que es un valle glaciar. Las vistas son increíbles. Además, se distinguen perfectamente las Yosemite falls (lower and upper) y las Sentinel Falls (lower and upper). Eso si, mogollón, mogollón de gente.
De ahí ya bajamos hacia Mariposa Groove, el último escalón en nuestro recorrido y el que más ilusión nos hacía visitar por el tema de las secuoyas gigantes de más de dos mil años.
Al llegar al desvío nos paran los ranger. El aparcamiento de mariposa está lleno y tenemos que dejar el coche aquí y subir en bus. Así lo hacemos, pero con el inconveniente de que el último bus sale a las seis y son las cuatro y media…. Otra vez a correr viendo algo!!
Nos da tiempo a ver la grizzily secuoya y la California secuoya. De ahí ya nos tenemos que volver porque se nos hace tarde. El sitio es alucinante y las secuoyas son increíbles. Nos impresionó el lugar y los árboles, pero nos hubiera encantado poder disfrutarlo más.
Como era tan pronto, nos alegramos de no haber encontrado sitio para acampar en todo el parque y salimos para ir haciendo millas hacia San Francisco.
Paramos a dormir en el pueblo de Mariposa, un pueblito pequeño y muy agradable. Según la guía “una pequeña villa con aroma country”. La verdad que nos llama mucho la atención que en la entrada nos esperan dos polis montadas a caballo es estado vigilante. Buscamos camping y solo vemos uno a dos millas antes del pueblo. Aun así, vamos a la oficina de turismo (visitor center) a pedir información y nos dicen que solo hay ese. Además, nos dan un mapa y una pequeña guía de San Francisco. Nos atienden muy amablemente.
El camping MARIPOSA FAIRGROUND RV PARK nos encanta. Es un sitio atípico totalmente; tiene instalaciones para hacer subastas de ganado, naves para meter ovejas y vacas, campo de rugby…. Al final pensamos que era algo del ayuntamiento, así como instalaciones municipales que les dan otro uso en verano para mejorar su rentabilidad. Es un tipo de camping de autochecking, sin personal. Vale 20$ y no hay ni sitios establecidos, sino que hay una zona de tiendas donde dejas tu coche en el lugar que mas te apetezca. Tiene unas buenas instalaciones de duchas y baños. Todo muy limpio y muy tranquilo.
Salimos a cenar al pueblo y entramos en una pizzería de estilo de aquí: medio restaurante-medio Fast food. Comemos un buen plato de espaguetis no muy buenos y una pizza hawaiana que estaba rica. Nos sobra la mitad y la guardamos para comer al día siguiente.
De ahí a dormir calentitas.
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